Los parachoques de los automóviles son estructuras de protección ubicadas en la parte delantera y trasera de un vehículo, diseñadas para absorber el impacto durante colisiones menores y salvaguardar tanto al vehículo como a sus ocupantes. Fabricados con materiales como el plástico, la fibra de vidrio o el metal, los parachoques están diseñados para minimizar el daño al absorber y redistribuir la fuerza del impacto. Más allá de su función protectora, los parachoques también contribuyen a la aerodinámica y la estética de un vehículo, a menudo integrando elementos de diseño como rejillas, faros antiniebla o tomas de aire. Los parachoques modernos a veces están equipados con sensores y cámaras para ayudar a estacionar y evitar colisiones, lo que mejora aún más su papel en la seguridad del vehículo.